Algunas prácticas pueden hacer fracasar una landing page. Por eso es importante que antes de diseñar y poner en marcha una página de aterrizaje conozcamos su estructura básica y sus puntos esenciales.

La estructura de una landing page:

Hay que tener en cuenta varias cosas: diseño atractivo, contenido coherente y maquetación correcta. Además debe cumplir algunas funcionalidades. No debe faltar:

• Llamada a la acción: indica al usuario cómo puede interactuar.
• Un formulario, en caso de que vaya destinada a captar contactos.
• Una página donde se dé las gracias después de que el usuario realiza la acción.

Funcionalidades analíticas

También se pueden utilizar sistemas de analítica web. Esto te permitirá aprovechar la interacción con los visitantes para afinar la segmentación de tu público. Cosas que podrás saber son: por dónde se ha deslizado el ratón de los usuarios, a qué zonas se ha prestado más atención u otros tipos de información por el estilo. El usuario también debe aceptar la política de uso de cookies, si se usa este recursos.

Errores más frecuentes al construir una landing page

Hay al menos cinco errores muy críticos que se cometen a veces al crear una página de aterrizaje. Son:

• Demasiado texto. Algunas páginas abusan de crear demasiado texto para convencer al lector. En realidad, basta con destacar los puntos esenciales. Los usuarios no tienen tanto tiempo para leer. Necesitamos que tomen la decisión de forma más rápida.

• Uso de ventanas emergentes. Distraen al usuario y resultan molestas, lo que acaba provocando su marcha en muchas ocasiones.

• Formulario con datos que no son necesarios. Se piden datos que no hacen falta para lo que en realidad se están ofreciendo. El usuario tiende a desconfiar de estos formularios donde se les pide el teléfono, o la edad, si no es estrictamente necesario.

• Se solicitan demasiados datos. Los formularios largos con una gran cantidad de campos para rellenar tampoco ayudan. Cuanto más sencillos, mejor para el usuario.

• No cumples las promesas que dabas. Prometías al usuario que se suscribiera que le mandarías información por e-mail. Pero luego no se la mandas. O que le regalarías un ebook. Y tarda mucho tiempo en recibirlo. Eso no es nada adecuado.

¿Qué datos dan los usuarios?

Influirá mucho el dispositivo con el que se está navegando. Es más fácil cumplimentar un formulario con un PC que desde un teléfono móvil.

También importa la recompensa que el usuario recibirá a cambio de dar sus datos. Si das un avance editorial, o descarga gratuita de un capítulo de una novela, no hace falta pedir el número de teléfono. Basta con el correo electrónico. Los datos que solicitas deben ser proporcionales a lo que ofreces a cambio. Si das un regalo de mucho valor, puedes pedir muchos datos. Pero si no, pide sólo los imprescindibles, uno o dos campos.