Tan importante como empezar un artículo- y muchas veces, más difícil- es cómo acabarlo, cómo encontrar un buen final de post. A veces, encontramos la línea perfecta de inicio para atraer a los lectores, damos con el título más acertado y redactamos un buen contenido, pero al llegar al final no sabemos cómo rematar el artículo.
Según nuestra experiencia, tienes tres posibilidades:
Cerrar con una llamada a la acción
Una opción es acabar el post con una llamada a la acción. Esto no quiere decir un argumento de venta -a ningún lector le gustan-. Significa una invitación a hacer algo. Es importante que te preguntes: ¿por qué estoy escribiendo el texto? Sea cual sea la respuesta, puedes cerrar el artículo animando a tus lectores a hacer lo que tú quieres que hagan. Por ejemplo, si estás escribiendo para promover un producto o servicio, puedes terminar dirigiendo al lector hacia tu página web, donde puede obtener más información sobre el producto o realizar una compra.
A veces, sin embargo, la llamada a la acción más efectiva es la que anima a los lectores a continuar leyendo. Una buena frase al final puede transformar a un lector eventual en un lector habitual. Si tienes una buena newsletter o una lista de correo puedes acabar animando a les usuarios a subscribirse. Si en tu blog hay otros artículos relacionados con el tema, ¿por qué no pones los enlaces al final?. Si quieres iniciar un diálogo con los lectores o conocer su opinión, puedes acabar con una pregunta.
Conclusiones y recomendaciones
Muchos bloggers optan por terminar los posts con un enfoque académico. Recuerdan a la audiencia las declaraciones del principio y concluyen que todo lo explicado en el texto refuerza la idea inicial. Habitualmente, incluyen también recomendaciones.
Si se hace bien, este enfoque puede poner un bonito broche final a un artículo -relacionando todo el texto y llevando al lector hasta el final-. Pero si no se hace correctamente, el resultado puede ser contraproducente. Hay que tener en cuenta que un post no es un artículo académico. Y, a veces, no existen conclusiones. Se trata solo de dar a conocer un producto o servicio y cualquier conclusión sonará vacía e innecesaria.
No hacer nada
A veces, la mejor opción para acabar es, simplemente, dejar de escribir. Si ya hemos dicho todo lo que teníamos que decir, ¿por qué estropearlo escribiendo nada más?. Si el artículo tiene la medida justa y explica un contenido útil, nadie va a quejarse porque se acabe sin más. De hecho, incluso puede que el lector agradezca un texto breve y conciso.
Estos finales, sin embargo, no funcionan para todo el mundo. A nosotros, nos funcionan porque utilizamos WordPress y eso nos permite terminar los artículos utilizando:
Una llamada a la acción. ¿Te ha gustado el post? Entonces, subscríbete para recibir actualizaciones semanales.
Una Invitación para conectarse y compartir. Permite hacer clic en la foto del autor para leer más textos suyos o conectar directamente en las plataformas digitales. También ofrece la opción de compartir el artículo en Twitter, Facebook, Google+ y Linkedin.
Otras lecturas. También es posible enlazar el artículo con otros posts, -del mismo blog o de toda la red- que analicen el mismo tema con mayor profundidad.
Una invitación para dejar un comentario. Anima a los lectores a dejar su opinión.
Un mensaje para estar en contacto. Al final de cada página puede incluirse un formulario de contacto o una manera de subscribirse a nuestros boletines de noticias.
Si todavía no estás seguro de cómo cerrar tus posts, puedes consultar con tu desarrollador web para añadir modelos similares. De esta manera, no importa cómo concluyas tus artículos, los lectores siempre tendrán un aliciente para seguir leyendo o para pasar a la acción.
Y ¿cómo vamos a terminar este post? Con una invitación al diálogo. ¡Puedes compartir tus consejos y recomendaciones en los comentarios!